nojeke: yo si quiero columpio en el jardin

No es difícil recordar la infancia si nos sentamos en un columpio,
el ir y venir es mas que eso, es una metáfora de la vida
es como recordar a nuestra madre meciéndonos en sus brazos

esa hamaca en la que nos hacían dormir y después en la misma nos gustaba jugar
los primeros juegos en el parque o en la escuela
cuando conocimos a otros niños , otros seres igual que nosotros
alguien que nos mecía o con quien competíamos para ver quien llegaba mas alto
nuestras primeras caídas, golpes, nuestros primeros miedos e inseguridades.
En mi casa siempre estuvo ese columpio en el jardín
solo para mi , en diferentes espacios, rompía uno, me instalaban otro
en la casa del abuelo también había uno, cerca de la mata de uvas.
Eran de llantas , de madera, de silla , de troncos, de tela , de metal ...
rompí muchos, se rompió el lazo, se oxido la cadena , se quebró la silla ...
yo crecía... no recuerdo cual fue el ultimo...
Lo había olvidado pero las niñas solitarias necesitan un columpio en el jardín
para olvidar su soledad por un momento y moverse a su propio ritmo
un juego divertido, aun si se juega sola, casi seguro, fácil de usar
en el que uno regule la velocidad, y decida que tan alto llegar, que tanto moverse
en el que solo hay una asiento, que no se tenga que compartir
que sirva para pensar , para olvidar , para volar lejos
para recordar... para cantar y matar con el vaivén el silencio
¿se mueve la casa? o ¿no movemos nosotros ?
da igual cuando paramos todo sigue ahí como lo dejamos
hoy, a veces, al abrir lo ojos quisiera que todo siguiera ahí como lo deje.
Yo jugaba a ser trapecista , hacia mil piruetas y descansaba un rato...
no me bastaba sentarme quietamente si podía columpiarme
De atrás hacia adelante, girando, en círculos, sentada, de pie, mirando al cielo...
después me mareaba, me caí muchas veces...
me aburria de usarlo, lo dejaba unos días,
pero siempre iba a ser solo mio, mi lugar lejos de casa
esperando a que yo volviera para tener mas vida que la que le daba el viento
a mi medida, en mi terreno, era mi amigo, era mis alas.
Quiero otro!!
uno diferente, mas resistente, mas cómodo, duradero, hecho para mi ,
muchas veces intente armar uno y no funciono
Quiero uno en cada casa en la que viva,
en cada parque al que vaya
en cada escuela
en cada parada de bus
en cada iglesia
ah!! y una fuente
y burbujas...
para no ser adulta
para no pensar en la tristeza,
para sentirme como aquella niña
que a pesar de que se mecía sola
mientras volaba se le olvidaba la soledad.

Encontré estas verdaderas obras de arte .. por lo visto no solo yo gusto tanto de los columpios .